Caballo chino

Bajo el término de “acrílicos” se simplifican una serie de técnicas que, si bien tienen en común el medio acuoso, son más amplias: collage, transferencias, raspados, barnices... En cualquier caso, todos son métodos de trabajo de secado rápido, incluso acelerados con el secador de mano, pues la sensación inmediata, la textura próxima y la intensidad del efecto configuran el proceso de trabajo de estas obras. En muchas de ellas, es el mismo proceso el que descubre el tema final, ya que el conjunto de manchas y texturas iniciales, anárquicas o casuales, acaban describiendo alguna forma reconocible que sirva de excusa para terminar el cuadro. Tal vez esas formas fueran más interesantes que el resultado final, más artísticas o más atrevidas, pero no está en el ánimo del autor consentir la abstracción, por mucho que le guste y admire en otros. Tal afirmación no deviene de ninguna certeza conceptual ni de ninguna postura reivindicativa, sino de un condicionamiento natural, por ser inevitable.